Con la intención de acabar pronto y que nos sobrara tiempo, íbamos hacia el hospital de la Ribera, a las 9 teníamos la primera cita y acabamos rápido, las dos citas fueron muy puntuales y profesionales. Como la enfermedad no revestía ninguna gravedad, una muela del jucio, íbamos con la idea de ver el mercado de Carcaixent que está a diez minutos y almorzar.
No sé muy bien por qué dicha muela tiene este nombre tan bonito. Se supone que es porque cuando te los quitan, si és el caso, el jucio o el entendimiento, de alguna manera, entra a formar parte de la personalidad de la persona. Tendrá que ver con la adolescencia, pero convendréis conmigo que responde a un falso mito, tengo amigos y conocidos que tienen una edad como la mía y de sentido común nada, quizás no se los han quitado? y si fuera el caso, convendría quitárselos?, a ver si lo aquieren.
Acabamos pronto, nos dieron cita para tres meses después y fuimos al Milikín, un bar cerca del mercado que me recomendó un amigo de Oliva, que vive en Carcaixent y que es de los mejores gormands que he conocido. Íbamos a por la especialidad de la casa, un bocata de sepionet o, en su defecto, sepia a la plancha con mayonesa y la popular picadura de ajo y perejil. La sepia, muy tostada y jugosa por dentro, estaba de lujo. También me recomendó, comer los sepionets en el plato, a la próxima, con más tiempo, lo haremos.
Fuimos rápido y en veinte minutos acabamos. Al lado estaba el mercado municipal y queríamos verlo y comprar. El mercado tiene muy buena pinta, todavía quedan cosas auténticas, hay paradas de pescado, de embutido tradicional y carnes, paradas de especias y hierbas muy completas, fruterías y verdulerías, bares, saladuras, salmueras y otras cosas interesantes para comer bien.
No sé si conoceréis un producto cárnico que se llama “coques de fetge” son cómo losfigatells, pero más grandes, más aplanadas, más cocas y de sabor idéntico, en la foto podéis ver la diferencia de tamaño y forma, el sabor es el mismo. Salvo que cada maestro artesano tiene su fórmula magistral, la composición es carne e hígado de cerdo, muy picado y amasado y envuelto con la mantellina. Unos le ponen más de una especia que de la otra, pero el sabor es muy similar.
Quizás las cocas de hígado echan un poquito de luz sobre el origen del figatell, o no. Es un producto que se hace en las Baleares, en Aragón, en Italia, en Grecia y otros lugares mediterráneos, muy arraigado en Oliva y Pego y ahora en la Marina y la Safor y las otras Comarcas Centrales valencianas.
La diferencia principal con los figatells, además del tamaño, es que llevan mucha más cantidad de hígado y menos cantidad de tocino, pero el sabor final es muy fino.
Al salir del mercado vimos una pastelería portuguesa con un motón de pasteles tradicionales de Lisboa, una buena oportunidad que aprovechamos para hacer una degustación de dulces auténticos, el pastelero es un chico lisboeta casado en Carcaixent. También había diversidad de pan, integral, de algarroba y más.
Ir al hospital de la Ribera, si no se sufre ninguna enfermedad grave, es una buena excusa para visitar el mercado de Carcaixent y cercanías y disfrutar de la gastronomía de la zona que merece la pena. Una pequeña ruta gastronómica de 40 minutos, que si tenéis más tiempo, seguro que le podéis sacar más provecho.