No voy a contaros que Carlos Gámez cocina con productos de km 0 y que además tiene una cocina enraizada en el territorio y bla, bla, bla… Claro que lo intenta. Se nota en sus platos, ¿quién, en sus cabales, podría rechazar cocinar con productos frescos de agricultores o ganaderos locales o pescados y mariscos del día? Lo cierto es que muchos de sus productos son locales, pero ni mucho menos todos, hoy por hoy es imposible, ya que todavía no se produce suficiente producto local, todo se andará.
La singularidad de este cocinero es combinar los productos, sus sabores, sus texturas, sus elaboraciones, la cocción, los colores , su disposición en el plato.Es magistral el equilibrio que logra en sus creaciones.Es como si Carlos tuviera una partitura en la que entran todas estas notas, dulces, salados, amargos, ácidos, picantes, puntos de cocción, crudo, tostado… sus registros son cocina autóctona valenciana, oriental, americana, clásica, creativa…
Rocío en la sala, sumiller experimentada, trabajó con Josep Roca un par de años, ha confeccionado una carta corta pero cumplida, lleva bien el ritmo, incluso en días de comedor lleno, con alegría, mano izquierda y saber hacer.
Sin más os dejo unas fotos de lo que comimos.
Buñuelo de pasta de patata relleno de costilla de ternera desmigada y trompetas de la muerte con salsa mexicana de mole negro poblano. Buena combinación de sabores, muy agradable la textura de la patata.
Se me olvidó tomar la foto del postre, un sorbete de coco con crema de limón, espuma de yogur griego y galleta de jengibre. No soy de dulce, pero este postre incluso agradará a los que sienten pasión por los dulces. Excelso.
Hay que discernir que una cosa es pagar 50 o 100€ por un menú degustación y otra 20 o 25. Seamos realistas, tengamos claro que no entramos en un templo de alta cocina, pero sus platos se acercan mucho a ella, son sutiles y armónicos, simples y complejos a la vez, hechos con sensibilidad.
Carlos y Rocío son gente que se arremanga todos los días para que por 18,5€ el cubierto, se pueda disfrutar de platos excelentes, actuales y por supuesto sabrosos, me atrevo a decir que lo que hacen es portentoso, no quiero decir grandioso y pecar de excesivo, pero creo que es único.
De lo que si estoy completamente seguro es de la pasión que derrochan en su lucha diaria por ofrecer un producto tan digno. Humildad, saber hacer y pasión.
Los fines de semana el menú es a 25€ para comidas y para cenas a 28€.
Saborearte
Calle: Rausell, 18. Gandia.
Teléfono: 960051131