Un año después de la inesperada muerte del restaurador Raúl Fenollar, su mujer, Dora Monzó y su hijo Raúl continúan al frente del negocio, manteniendo la misma filosofía que su carismático padre les transmitió.
Raúl Fenollar hijo ha crecido profesionalmente en Telero y, aunque reconoce la importancia del pasado y el legado de su padre, tiene claro que no se puede vivir del pasado. Sin embargo, su recuerdo está muy presente en el día a día: “Mira, puedo recordarlo casi en cada una de las botellas de vino vacías que decoran el local y que compartimos juntos”
“Mi marido era el alma mater del proyecto”, aclara Dora, “y aunque ahora son tiempos difíciles después del covid y sus consecuencias, contamos con su fuerza, él nos enseñó a luchar y no rendirnos”.
En Telero continúan dando un estándar de calidad elevado con productos de la lonja de Gandia y frescos de la huerta que siguen los ciclos naturales de las estaciones, buenas carnes y, como no, arroces.
El restaurante, de estilo clásico actualizado, es uno de los más reconocidos de Gandia. La selección de los productos y el cuidado en la composición de sus platos ha ido ganando nombre a lo largo de los últimos años, por eso, tenía la idea de que, siendo uno de los mejores restaurantes de la zona, sus precios serían muy elevados. Sin embargo, me sorprendió gratamente su menú de 23 euros, que incluye entrantes, plato principal y postre. Me pareció una relación calidad-precio excelente.
Su carta sigue “la Formule” francesa, un concepto que me gustó mucho: puedes componer tu menú eligiendo diferentes platos de la carta y pagando solo la diferencia. Los ingredientes frescos y de calidad son la base de cada plato, y el servicio atento y profesional, hace que la experiencia sea aún más placentera.
Después de un agradable paseo por el puente del río Serpis, la casa de la Marquesa y las callejuelas de la zona, descubres el pequeño restaurante, escondido entre las estrechas y pintorescas calles en el corazón del Raval de Gandia. Su fachada acogedora te invita a adentrarte en un espacio donde se respira historia.
Vamos a comer:
El menú comienza con pan, un suave alioli y un tomate rallado con orégano, delicioso.
Continuamos con un espencat cocido en su punto y una excepcional mojama hecha en casa.
Su oferta de vinos es destacable, con un buen fondo de bodega que incluye una selección cuidada de vinos valencianos y de las principales DO nacionales.
Las cocas de maíz con tomate, huevo duro, atún y anchoa, fueron un agradable recuerdo a la cocina de casa, aunque la cocción de la pasta no estaba muy conseguida.
La vieira gratinada con alioli de miel y jengibre es superior, muy buena, con un sabor suave y equilibrado, y las verduras finamente cortadas que aportan una agradable sorpresa.
Como plato principal, la fideuá melosa de cigalas, gambas y ajos tiernos para compartir, elegante, con sabores suaves y elaborada con marisco fresco de la lonja.
Para terminar, disfrutamos de un pastel de chocolate con helado de vainilla y chocolate caliente, un dulce brutal y la perfecta elección para los amantes del chocolate, entre los que me incluyo; y, un pastel de almendras con un toque de café y mermelada de naranja, una opción más recomendable al gusto de un paladar más maduro.
En definitiva, mi experiencia en Telero fue muy positiva. Es un restaurante altamente recomendable para aquellos que quieren disfrutar de la cocina tradicional con un toque actual, pero, afortunadamente, alejado de aquellas tendencias de vanguardismo impostado que se repiten en tantos sitios.
El menú incluye postre o café, a elegir. La cuenta nos salió por 50 € más el vino, dos personas.
RESTAURANT TELERO
Calle San Ponç, 7, Gandia
Teléfono: 962 867 318