Escribo desde el Euromed y de memoria, sobre la cata del jueves en la vinoteca de Barcelona Petit Celler a cargo del sumiller Bernat Martínez. Una cata convertida en un coloquio muy vivo alrededor de dos botellas de Vega Sicilia: una de Valbuena 5º de 2011 y la otra de Único de 2008. Ambos son unos vinos míticos, de una de las bodegas españolas más reconocidas a nivel mundial y que fue fundada en 1864, como ya es sabido. Yo les añadiría a estos vinos el adjetivo “intergeneracionales”, ya que son venerados de padres a hijos/as y son símbolo del relevo generacional en la pasión por el vino.
El sumiller Bernat Martínez dirigió la cata. Es un reciente fichaje de Petit Celler. Se formó con otro gran sumiller como es Antonio Lopo en Comerç 24 (Barcelona) y como Antonio, cuenta con la cualidad de crear complicidad y cercanía en la comunicación del vino. Tras su paso por Comerç 24, ejerció como primer sumiller en Àbac.
Durante la cata en Petit Celler, Bernat Martínez destacó el rigor de la bodega en la elaboración de los vinos y recordó que la obsesión por la calidad les llevó en 2014 a no comercializar 400.000 botellas de sus vinos Pintia y Alión ya que presentaban cierta turbidez. Una situación que es frecuente en muchos otros vinos de otras bodegas.
Durante la cata, se habló de los diversos enólogos de Vega Sicilia y la particular impronta que cada uno de ellos ha dejado en los caldos de la bodega. En cuanto a los vinos, el Único 2008, si bien en un primer momento apareció cerrado en la copa, fue abriéndose lentamente entre las conversaciones de los asistentes. Desplegó notas de la crianza y una tanicidad nunca molesta… De hecho, una cosa que caracteriza a estos grandes vinos es su transformación constante en la copa que en cada momento propicia la expresión de matices distintos y más envolventes: recuerdos de la cabernet, notas ligeras de la madera, sotobosque, tierra mojada, tinta china… y una acidez tensa que indica que esa añada va a tener tiempo de guarda por delante.
Hubo coloquio alrededor de las botellas para darle a estos vinos, que cuentan y nos cuentan una gran historia, la atención que merecen. Allí dijimos que el vino se está haciendo en la botella, cuestión que dió mucho que hablar… todos conocemos el dilema entre el consumo inmediato que promueven las actuales tendencias comerciales o la conveniente opción de conservar varios años este tipo de vinos. Eso sí, si hay que conservarlas, que sea en una buena bodega o vinoteca. Hacen falta unos 10 o 15 añitos en la bodega o vinoteca desde su salida a la venta para encontrar el momento óptimo al Único de Vegasicilia, algo menos en el caso del Valbuena.
Otro inciso sobre la acidez. Hace ya unos años, el anterior enólogo de la bodega, el catalán Xavier Ausàs, dirigió en la Fira Alimentària de Barcelona una cata vertical (diversas añadas) sobre Valbuena 5º, de la cual recuerdo una frase: “La acidez es el esqueleto sobre el que sustenta el buen envejecer de estos vinos”. Esta tesis, quedó más que demostrada en aquella cata. Xavier Ausàs había sido “alumno” y sucesor de Mariano García, mientras que hoy es Gonzalo Iturriaga el enólogo de cabecera de la bodega. Respecto a Único, Ausàs ha explicado sus añadas recientes favoritas son 1994, 1996 y 2004.
Por su parte, el Valbuena 5º, dejaba más patente la carga frutal y la intensidad aromática de un cierto grado de alcohol en el vino, probablemente por una añada cálida… junto con notas de maderas nobles y de matorral. Un vino más explosivo… pero las notas de cata las dejo para los sumilleres. Muy buena acogida del Valbuena por la audiencia, que lo encontró más amable, en su mayoría. Posiblemente, al Único le faltan todavía más años en botella que al Valbuena, aunque fue perfecto para el ejercicio.
Por cierto, el nombre Valbuena remite a la localidad donde están las viñas, el 5º remite al número de años que el vino permanece en bodega; a diferencia de los 10 años de crianza del Único, que además se elabora con las uvas de las viñas más viejas. Ambos vinos están elaborados con tinta fina o tempranillo, combinada con más merlot que cabernet en el caso del Valbuena, con más cabernet que merlot en el caso de Único. Como es sabido, la cabernet es una variedad cuya tanicidad aporta mayor longevidad a los vinos. Por otra parte, la sedosidad que aporta la merlot al Valbuena, fue uno de los aspectos destacados por los asistentes a la cata de Petit Celler.
En conclusión, hay que saber comprar en el momento y guardar para más adelante. Quien tiene un Vega Sicilia bien conservado, tiene un tesoro… y buenos amigos por todas partes. Antes, el acceso restringido hizo míticos los vinos de la bodega, hoy que ya es accesible con tarjeta de crédito puede que lo sea menos, como dijo en una ocasión el periodista Juancho Asenjo. Una buena forma de disfrutarlos, es en grupo. Compartirlos.
Interrogamos a Bernat Martínez sobre si hay decantar estos vinos y nos explicó que, en general, él prefiere no hacerlo y así dejar que sigan su camino, sus etapas en la copa. También recordó que en el caso de los vinos muy viejos a veces, no es bueno decantarlos, ya que al entrar de forma rápida en contacto con el oxígeno pueden, en cierto sentido, esfumarse.
Pere Alberola