Edgar Mascarell y Paula Faus son la joven pareja que dirige La Taska Restaurant, un pequeño local ubicado en el centro histórico de Villalonga. Se lanzaron al negocio de la gastronomía con 22 años ella y 28 él, hoy llevan dos años al frente del restaurante con un objetivo, que la gente pueda comer bien, a buen precio, con un buen servicio y en un ambiente agradable.
A los 16 años probaste la cocina, cuéntanos como fue.
Dejé el instituto muy pronto porque era un poco rebelde. Así que mi padre me puso a trabajar en la obra. No contento con ello me buscó trabajo también en la pizzería de un amigo los fines de semana. Yo rechacé la oferta porque trabajaba de lunes a viernes y no iba a hacerlo también los fines de semana. Pero al final entré de pizzero. Y haciendo la masa y manipulando los ingredientes sentí que aquello me apasionaba, que había feeling. Y estuve casi cuatro años trabajando todos los días de la semana.
¿Después te dedicaste a la restauración de lleno?
Trabajé en otros sitios y en pleno boom inmobiliario dejé la obra porque entendí que allí no tenía nada que hacer y me matriculé en el CdT de l’Alqueria del Duc.
¿Y después de esos un año en el CdT?
Pues hice varios cursos en el CdT y al final de uno de ellos uno de mis profesores, Juan Giner, me ofreció trabajo en un restaurante en Cullera, el Mar de Oro.
Allí aprendí mucho de cocina mediterránea valenciana, arroces, fideuà, espardenyà all i pebre. Estuve dos años. Aprendí a trabajar bien el pescado.
Con el tiempo tuve más claro cual quería que fuera mi oficio.
Descubriste tu pasión por la cocina
Si, supe que es lo quería. Era mi vocación. A veces las personas pensamos en ser una cosa profesionalmente y acabamos siendo otra. Yo creo que lo más bonito es sentirte tu mismo. Sentirte realizado con lo que haces.
En este proyecto no estás solo, Paula tu mujer, está contigo desde el inicio. ¿Como emprendéis juntos?
Siendo novios, coincidimos un tiempo trabajando en el mismo restaurante, ella en sala y yo en cocina y nos conocimos a fondo a nivel laboral. Vimos que teníamos buenas vibraciones y decidimos montar algo juntos como empresarios. Paula con 22 y yo con 28 años. Nos hemos esforzado mucho.
Descubrí productos e ingredientes que no eran cotidianos para mí, diferentes tiempos de cocción, nuevos sabores, etc…. Por ejemplo las verduras las dejan más crudas que nosotros, quedan crujientes, con lo que se aprecia mucho más su sabor.
Estuviste en Sanghái
Si, tuve la oportunidad de irme y con 22 años me fui. Estuve allí durante 7 meses. Fue una buena experiencia.
El proyecto, de un empresario chino, era montar un restaurante valenciano en Sanghái destinado a clientes europeos y americanos. De hecho no era una mala idea, pero la respuesta fue poco satisfactoria en cuanto a público. Así que hubo un cambio de rumbo y empezamos a adaptar la cocina valenciana a la población local, cocina fusión. Y funcionó, es curioso como la mentalidad oriental se adapta rápidamente a la demanda existente.
Descubrí productos e ingredientes que no eran cotidianos para mí, diferentes tiempos de cocción, nuevos sabores, etc…. Por ejemplo las verduras las dejan más crudas que nosotros, quedan crujientes, con lo que se aprecia mucho más su sabor.
Recientemente habéis modificado el horario de apertura
Ahora abrimos de jueves a domingo a mediodía, hicimos un estudio de mercado y ajustamos la oferta a la demanda. Tenemos más tiempo planificar y hacer cosas
Los miércoles, por ejemplo, voy a los mercados a comprar. Me gusta ir al mercado Central de Valencia a comprar productos de temporada. Lo hago tranquilo, con tiempo, mucho más relajado.
Entonces nada de nuevos proyectos…
Bueno, la verdad, es que con tiempo para pensar… se piensa y tenemos algo a la vista.
Todavía no podemos decir nada porque no está del todo claro, pero tenemos ganas de hacer algo nuevo. Ya llegará.
Cocina clásica o moderna.
La cocina clásica se pierde, en las casas se hace cada vez menos, hay que preservar la cocina autóctona y de producto. En el plato soy partidario de saber lo que te comes. No me gusta la química, ni enmascarar el producto.
Un defecto que puedas contar
Vaya, jajaja. Bueno no sé si es defecto o virtud, pero soy muy lanzado, muy decidido. Lo cierto que con la edad y al tener familia me he vuelto más prudente.
Un consejo para cocineros que empiezan
Esfuerzo, trabajo y dedicación.
Un deseo
Aprender. Nunca sabes lo suficiente.
Un sueño
Ser feliz con lo que hago.
Restaurant La Taska
Carrer Major, 5, 46720 Villalonga,
Teléfono. 602 59 42 50
Visitar