Estamos en el nuevo local, recién estrenado, del restaurante Pepito la Flor. Un sitio espacioso, con mucha luz, de estilo contemporáneo, decorado con gusto y donde uno se siente bien desde el momento que entra. Cuando llegamos a entrevistar a Pepe Borrás, está despidiendo las últimas mesas de la tarde y rematando el trabajo de jefe de sala, trabajo que lleva haciendo desde pequeño. En breves minutos se sienta con nosotros a conversar.
Como te iniciaste en el mundo de la hostelería?
Mis padres montaron el primer restaurante en Piles en 1982. Mi padre era comerciante de aceite, le venía de antiguo, desde el tiempo del “extraperlo”. Un tiempo en el que el trueque estaba al orden del día, cambiaban aceite por arroz…
A raíz del envenenamiento por el aceite de colza desnaturalizado, no porque tuviera nada que ver con ésto, se quedó sin trabajo y después de hacer unos pinitos en un barra de fiestas de pueblo, le gustó el negocio y abrió, con éxito, un restaurante en la playa de Piles.
Yo empecé detrás de la barra, recuerdo que hacia cafés, no llegaba a la cafetera y me ponían un cajón de bebidas para subirme a él.
Una curiosidad, a que se debe el nombre de Pepito la Flor?
Todo viene por mi bisabuela Pilar, mujer presumida, tenía la costumbre de ponerse un ramillete de jazmín en el ojal. Mi abuela María continuó con esa costumbre y de apodo, en Piles, la llamaban María la de la flor, así que, su hijo era Pepito el de la flor. Y de ahí salió el nombre, que yo he mantenido.
Me decías que el negocio era familiar
Si, era un negocio familiar y yo con 28 años y junto a mi mujer, Ana Adela, compramos la parte a mis hermanas. Y ahí arranqué como empresario hostelero. Después abrí un segundo local en la playa de Gandia. Estuve un tiempo con los dos restaurantes, un par de años, pero en la playa tuve mucho éxito así que cerré el de Piles.
Entonces hacíamos una cocina muy marinera, con mariscos frescos como oferta principal. Nos fue muy bien, ya que cerraron As de oros y Gamba, ahí acertamos. Pero el marisco fresco es un producto caro y perecedero, de mucho riesgo para el hostelero y con la crisis, el marisco fue muy difícil de defender. Hoy disponemos de marisco fresco pero no es tan principal como lo fue en esa época.
Y ahora la oferta gastronómica actual
Ahora estamos haciendo más cocina tradicional y marinera.
Aquí en el nuevo local estamos haciendo carnes y pescados a la brasa. Los pescados son una pasada. El aroma que deja la brasa es único. Las carnes solomillo, vaca vieja, buey, chuletones.
Hacemos menús cada temporada. Y recuperamos platos como el arroz a banda tradicional, servimos una sopita con el pescado y el arroz seco después.
¿En cocina no has entrado nunca?
En cocina no he entrado. Yo dirijo el restaurante desde la sala. A los fogones el jefe de cocina Manuel Tejados, lleva 15 años en la empresa y cuenta con toda mi confianza. Hacemos un buen tándem, trabajamos juntos en la concepción de platos nuevos.
¿Productos de proximidad?
Trabajamos con proveedores fiables, de primer nivel, son imprescindibles.
Procuramos trabajar con productos de temporada. Es una ventaja en precios y sobre todo en sabor y calidad.
Un consejo para nuevos emprendedores
Trabajar, ser muy profesional, que ponga muchas horas. Estar al día en cocina.
Este es un negocio estupendo. Yo si volviera a nacer volvería a montar un restaurante.
¿Qué tal te llevas con los vinos?
Me encanta trabajar con vinos valencianos. Cada vez más ponemos más vinos de la Comunidad Valenciana con bodegas familiares, pequeñas. Pienso que nosotros somos los encargados de mostrar a los clientes los vinos de estas bodegas, porque no se pueden encontrar en las tiendas.
Tenemos todas las DO’s españolas.
Un sueño de futuro
De momento este restaurante que acabo de abrir es mi sueño. A mí me gustaría jubilarme aquí, en este local. Es el quinto local que tengo. Lo he montado desde el inicio, a mi manera. Sabía lo que quería y lo tengo.Estoy muy contento con lo que tengo. Somos un gran equipo. Y sobre todo estoy contento con mi familia, es mi fuerza. El apoyo familiar que tengo es principal.