El pasado 14 de febrero asistí a una cata de vinos y cervezas en la bodega les Freses de Jesús Pobre. Un pueblo en el que se respira una atmósfera especial, sin duda, por la sensibilidad y sociabilidad que atesoran sus habitantes. Entre uno de sus logros está el conocido y exitoso Mercat del Riurau, un mercado, que se celebra los domingos, donde se juntan la cultura popular con la oferta de productores autóctonos, labradores y artesanos.
El lugar es cuna del vino desde hace 25 siglos, así lo atestigua el hallazgo de l’Alt de Benimaquia, con los “cups”, recipientes de piedra en los que el mosto se transforma en vino, más antiguos descubiertos en la Península Ibérica.
Hace unos días, y con motivo de la celebración de los 20 años de que el pueblo dejara de ser barrio de Dénia y se convirtiera en Eatim, descubrí que el antiguo nombre del pueblo hasta el siglo XVIII fue Benissadeví, nombre que tras su lectura me resultó imposible no descomponerlo en Benissa-de-vi, otra referencia al vino, en este caso casual, aunque el nombre, para mi, es mucho más simpático que el actual.
En este entorno cultural e histórico el celler les Freses nos ofreció una cena para probar un par de vinos del año y dos cervezas artesanas elaboradas por la cervecera Marina Alta, una con mosto de moscatell y otra con pasas de la misma uva.
Lo que en común tienen, este pueblo, la bodega y la cervecera es el espíritu que los impregna, es un espíritu fuerte, hacen la cosas con cariño, con convicción, enfocan todas sus acciones con mucha sensibilidad. Las primeras palabras de Mara Bañó, responsable del Celler les Freses, “como somos una bodega pequeña podemos trabajar con humildad. El vino se hace en el campo, cuidando de las plantas y su fruto día a día. No usamos pesticidas, ni químicos” Si a esto le añades que controlan la temperatura y hasta los ruidos para que el vino esté tranquilo mientras descansa en las cubas, os podéis hacer una idea de la delicadeza con que se cultiva la viña y se elabora el vino.
De la misma manera Patrizia Crespi y Jorge Castro, elaboran cervezas con la misma filosofía y sensibilidad. Cuando te cuentan que para elaborarla «La Mosca» al echar el mosto de moscatel, las levaduras estaban tan vivas en la cocción que se salían por arriba, les brillan los ojos de la emoción. Son personas que disfrutan con lo que hacen y lo hacen apasionadamente.
Bueno pues, llegados aquí y después de probar las cervezas os digo que yo que no soy cervecero, a lo sumo me tomaré 20 cervezas al año, desde que probé éstas me está cambiando el concepto de lo que es beber cerveza y es que las convencionales me convencen poco, más bien nada y las artesanales creo que voy a descubrirlas, fui bebedor de Guiness durante tres o cuatro años, he probado las de Marina Alta y, os aseguro que voy a degustar cervezas artesanales.
Lo que tengo cada vez más claro es que los productores locales ponen ternura y cariño para elaborar sus productos, con esto consiguen una alta calidad en sus productos. Y por supuesto no tienen nada que ver con los productos elaborados de manera industrial.
Os dejo las webs para que consultéis ficahas de cata y demás. Organizan visitas, talleres, eventos y actividades para que disfrutéis del apasionante mundo del vino y la cerveza.
https://www.lesfreses.com
Tel.- 682 53 94 63
Carrer de Dalt, 65, Jesus Pobre, Dénia.
https://www.cerveceriamarinaalta.es
Tel. 697 46 59 97
Ahora están en Beniarbeig, pero ya están en obras en la calle Colón,7 de Dénia. Abren el 1 de Mayo
FOTOS: PEKE FOTÓGRAFOS