FOTOS: ADOLF BOLUDA
Si hay un ingrediente omnipresente al menú de Miró Cuina es, sin ningún tipo de duda, el pescado, eso sí, curado, ahumado, seco o embotado. Enric Miró prepara el pescado como no lo había probado nunca, lo lleva a límites que no conocía. La textura, el sabor extremo o el toque justo de humo dan forma y consistencia a platos originales y sorprendentes. Las cocciones son suaves, a la llama o sencillamente atemperados con la lámpara.
Estamos hablando de alguien que muestra el máximo respete por el pescado salvaje. Cada semana, lunes o martes acude a la lonja de Gandia a la hora que entran las barcas para pillar el pescado de primera mano. Lo que hace después con él es transformar-lo de una manera magistral para que cuando te lo comas notes que los sabores juegan con el paladar de una forma diferente, hay algo nuevo que no conocías y que te entusiasma y te provoca un placer inesperado.
Antes de la pandemia comimos en el restaurante y las elaboraciones de pescado ya estaban muy presentes en el menú, pero ahora se aprecia una evolución importante, en muchos de ellos el humami está conseguido, el equilibrio perfecto entre el dulce y el salado, el ácido y el amargo.
Obligado es pensar en las horas dedicadas a perfeccionar los procesos para llegar al resultado óptimo. ¿Obsesión por el pescado de proximidad? ¡Seguro!
Los platos son complejos y más si tienes en cuenta que no tiene el lujo de tener un gran equipo detrás que es dedique a retocar y rematar el plato, eso sí, Maria Navarro, su mujer, es el complemento insustituible en la cocina.
LA COMIDA
Sirvieron un aperitivo de moixa ahumada que cuando lo pruebas comprendes que aquí está la esencia del cocinero, es un bocado único y maravilloso y piensas, no puedo comer un poco más por favor.







Costillar de cabrito hecho al vacío a baja temperatura durante 16 horas con langostino a la llama. Tierno y muy sabroso, otro plato en el cual te quedes con la duda de preguntar si es posible repetir.


Acabada la comida Enric nos cuenta el último emprendimiento que está llevando a cabo con conservas de pescado y nos da a probar morito (Centrolophus níger) ahumado. La reflexión es, si después de comer bien, con los postres y todo, todavía te puedes comer con ganas unos trocitos de pescado, es, indudablemente, que está buenísimo. ¡Realmente está de vicio!
!La pasión por el pescado y la necesidad de conservarlo, al tener el restaurante alejado de las rutas de distribución, ha llevado a Enric a hacer horas y horas perfeccionando la técnica, esa persistencia y la creatividad, han posibilitado que estén envasando un producto de altísima calidad. Hoy podéis adquirir en el local estos maravillosos pescados envasados al vacío o embotados, moixa, bacoreta, caballa o morito, entre otras. Una línea de productos singulares y de excelente gusto.

RESTAURANT MIRÓ
Carrer Major, 53
Benirrama, Vall de Gallinera.
Tel: 609 66 51 13





