23 de octubre en la playa de Piles, 26ºC de temperatura en el ambiente,
desde la terraza del Blanc i Blau, frente al mar, se ve gente bañándose y haciendo deportes náuticos. Inusual tiempo para estas fechas en las que podemos disfrutar de temperaturas primaverales.
La verdad es que se está muy bien, muy a gusto al sol y muy a gusto a la sombra. Y aquí, frente al mar, lo considero todo un privilegio, una suerte.
Nos disponemos a comer en la terracita cubierta del restaurante, el menú del día es sugerente.
Al precio de 17€ el menú encontramos cuatro opciones para elegir un primer plato, cuatro más para un segundo y cuatro más para el postre.
Compartimos los platos entre dos y así hicimos cuatro degustaciones más dos postres.
Nuestra elección:
Ensalada de bonito en escabeche, verduras, reducción de balsámico, polvo de aceitunas negras y frutos secos
Cremoso de trompetas de la muerte, huevo y picatostes.
Ventresca de atún en su justo punto de cocción, con «mullaoret» de tomate y allioli de almendra.
Hamburgusa de ternera. Excelente carne y crujiente y esponjoso pan.
Pudding de queso al vino
Calatrava
Jose Colomar ha encontrado en Blanc i Blau el equilibrio perfecto entre cocina y empresa. Platos sencillos, con buenos productos, sin enmascarar y con acertadas combinaciones de ingredientes. Sabores muy conseguidos. Los postres son un punto y a parte, son excelsos.
Compartimos todos los platos. El servicio muy atento y amable
La fiesta salió por 38€, dos personas.